Notas y pensamientos escriturales

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Josue 1:8

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sábado, 22 de mayo de 2010

El lecho de un enfermo


En una modesta casa, un joven de 21 años se moría a causa de una grave enfermedad pulmonar. La madre, sentada al lado de la cama con su corazón destrozado, contemplaba el pálido y delgado rostro de su hijo, que antes rebosaba en vida y salud. Su dolor, guardado desde hacía mucho tiempo en su corazón, de repente prorrumpió en sollozos convulsivos. El moribundo abrió los ojos y dijo:
- ¡Mamá!
- ¿Qué quieres hijo mío?, preguntó la madre inclinándose tiernamente hacia el.
- Mamá, cuando compras alguna cosa en la ciudad y la has pagado, ¿no tienes derecho a llevarte a casa el objeto adquirido?
- Por supuesto, hijo mío.
Los ojos del enfermo se iluminaron, y con una voz lenta y solemne dijo:
- Mamá, Cristo me ha comprado por elevado precio; ¿no tiene derecho a llevarme junto a él?
La pobre madre bajó la cabeza, y el corazón oprimido y destrozado pronunció un «¡sí!»
Querido lector: ¿Conoce usted a aquel que le compró, y sabe a qué precio? ¿Descansa su corazón en la obra de la cruz y en su gran amor? ¿Sabe que Cristo le rescató para él? (Tito 2:4). Recuerde estas palabras: "Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo" (1 Corintios 6:20).

1 comentario:

  1. Una razon importante para entender que ya no nosm pertenecemos a nosostros mismo, como dijera el apostol Pablo; ya no vivo yo, sino Cristo vive en mi y lo que ahora vivo en la carne lo vivo en la fe del hijo de Dios.

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